La publicidad es una técnica de comunicación destinada a difundir, informar y/o convencer al público sobre un bien o servicio con el objetivo de motivar su compra o consumo, eso lo sabemos tod@s, pero la forma en la que lo realizan muchas veces me ha parecido denunciable debido a los estereotipos que perpetúan. Sin embargo la última publicidad de Frenadol va más allá y legitima la pederastia.
Para quien no ha visto la publicidad de la canguro lo resumo: Un hombre de más de 40 años que está resfriado se pone alegre cuando su mujer le dice que ha pedido a la canguro que le «cuide», (y la canguro es una niña, ese es el aspecto que le ponen!); pero cuando la mujer le dice que la canguro no podrá venir sino que vendrá la suegra entonces el «pobre» enfermo decide tomarse rápidamente el frenadol.
En esta publicidad hay mucho que comentar, sobre el imaginaro de la suegra, de la mujer cuidadora, entre otros, pero me quiero quedar en lo que me parece abiertamente descarado: en la apologia de la pedarastia, para la farmacéutica de Frenadol es algo normal y aceptado. Me parece increible que esa publicidad se siga emitiendo por la televisión, y sobre todo que ningún grupo de hombres se haya manifestado por la imagen que da de ellos. Su silencio dice mucho, por eso me parece importancia dejar escritas estas palabras de repulsa.
Jeanette